Parecía que no iba a llegar nunca, pero aquí está la Noche de San Juan, la de las hogueras purificadoras y los rituales, la noche de los deseos, la del agua y el fuego, la más corta del año.
Dice la tradición que saltar la hoguera, (además de provocarte un subidón de adrenalina) te protege durante el año, y si mientras saltas arrojas una trenza hecha de flores a tu persona amada, y esta la recoge, seréis felices eternamente.
Bailar en grupo alrededor de la hoguera ahuyenta los malos espíritus y atrae a los buenos
Recoger plantas aromáticas, sobre todo verbena, ponerlas en agua fresca y lavarse la cara y el pelo con ese agua a la mañana siguiente garantiza frescura en la piel y belleza.
Escribir en un papelito un deseo y arrojarlo a la hoguera ayuda a que ese deseo se cumpla (ojo con lo que se desea)
También escribir todo lo malo que nos ha pasado y quemarlo en la hoguera nos ayudará a olvidarlo y ser más fuertes.
Y algo milagroso para los aprendices de músico (y demoledor para los profesores). Si en la noche de San Juan, justo a las 12, te pones bajo una higuera florida con una guitarra, - aunque no sepas tocarla- aprenderás de golpe y para siempre.
Pero lo verdaderamente mágico es ver a los mozos de San Pedro Manrique en Soria pasar la hoguera, no saltando, sino pisando las brasas y llevando a la espalda a una persona. Es un espectáculo único .
Un beso desde aquí a los Sampedranos