sábado, 13 de julio de 2013

AÑO DUAL ESPAÑA-JAPÓN



Seguramente muchos ya sabéis que desde junio de este año a julio de 2014 se celebra el Año dual España-Japón. Han sido ya 400 años de buenas relaciones.
Entre los muchísimos actos que se celebran en toda la Península está el concierto que la pianista MINE KAWAKAMI ofreció anoche en la Cúpula del Milenio.
 
 
 https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4gCEmanOVA-cBDqulcmBv7f7fOs_EUJf6HHz-J5iEOJ2FVw7kbFGSewmcTiNOOu9jMrgJhrt669YzNs2a0komdD5Qf35oqLynmNs_yWPquBe07AdCVbLVL1D50rBXgK2ASg7REea8-ho/s400/Mine.jpg
 

 
El concierto tuvo dos partes muy diferenciadas;
La primera parte, con el título "Sonata samurai" (cuatro tiempos) fue un prodigio de técnica y sabiduría. Los dedos mágicos de Kawakami deslizándose por el teclado hablaron de tormentas y nostalgia, dudas y alegría, esperanza ,amor y soledad.
La sonata evoca a Hasekura Tsunenaga, un samurai enviado a España en 1613  por el señor feudal Date Masamune para solicitar establecer relaciones comerciales con México (la Nueva España,  que formaba parte de la Corona española en ese momento) y su periplo marítimo.
Hasekura y sus compañeros viajaron por mar durante todo un año, y durante los siete siguientes habitaron en España en diversos lugares (hay una estatua de él en Coria del Río, y un descendiente directo suyo se  desplazó hasta allí el pasado mes de junio para honrar la memoria de su antepasado. Alguno de los compañeros de Hasekura se quedaron a vivir en Coria del Río y formaron allí familia y empezaron a utilizar el apellido "Japón" que hoy llevan muchos corianos)
 
La segunda parte fue un relajado coloquio de Kawakami (que habla un casi perfecto castellano) con el público. Es una mujer cercana, amable y con muchísimo sentido del humor. Nos contó anécdotas de su pueblo y su niñez (y los osos y consejos sobre lo que no hacer si te encuentras con uno), y cómo llegó a Cuba (un viaje casi tan largo como el del Samurai) a dar un concierto de música contemporánea...y se quedó trabajando en el conservatorio de la Habana. Y mientras, continuaba tocando el piano.
Fue estupendo.
 
 
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