Según el antiguo calendario romano, el año comenzaba en marzo (Kalenda Martiae) y por eso la última noche del mes de febrero y la madrugada del primero de marzo, los "marceros", mozos solteros, se reunían en torno a dos hogueras y cantaban Las Marzas, pidiendo luego dinero y alimentos para hacer una cena, por lo general productos de la matanza, hornazos, pan para las sopas, dulces típicos y vino de la tierra.
Se comenzaba solicitando permiso a las autoridades, y luego se entonaban coplas que daban la bienvenida al nuevo año, y canciones picarescas a la puerta de las mozas del pueblo.
Si en alguna casa eran un poco rácanos con la dádiva, se entonaban "las marzas rutonas", coplillas satíricas acusando de roñosos a los dueños de la casa.
A partir de los 15 años una vez pagada la cuota en metálico o en cántaras de vino, los mozos tenían derecho a marcear y poder echarse novia.
Era una fiesta sencilla y alegre que se sigue celebrando en algunos pueblos de Castilla y León y en muchos de Cantabria y País Vasco
Hoy la tradición continúa y en las grandes ciudades grupos de jotas salen a las Plazas Mayores a entonar marzas y otros cantos.
Aquí en Valladolid puedes ponerte tu traje típico y acompañar a los marceros que celebrarán la noche de marzas en la Plaza Mayor a partir de las 20,00 horas.
Buenas noches nos dé Dios,
buenas noches nos de el cielo (Bis)
a pedir las marzas vienen,
los marceros de este pueblo (Bis)
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